¿Cuántas veces en una biblioteca se oyen quejas debido al
murmullo de algunos estudiantes que charlan entre tema y tema? Aunque
siempre hay alguien que pide silencio, éste solo dura unos instantes, y
ese ruido molesto aparece una y otra vez.
En la nueva biblioteca de Ciencias de la Salud de la Universidad de Málaga, inaugurada
la semana pasada, parecen haber encontrado la solución a este engorroso
problema. A lo largo de la sala de estudio, se han instalado una serie
de semáforos -sensiblemente más pequeños que los que están en la calle-,
con la luz verde encendida por defecto. Una vez que los decibelios
permitidos están a punto de superarse -estos se programan con
anterioridad-, la luz cambia a ámbar. Si finalmente esa barrera
establecida es superada, el foco rojo antecede a la señal de una alarma,
cuyo sonido no cesa hasta que vuelva a bajar el ruido al nivel
permitido.
Además de esta peculiaridad (es la única sala de la UMA que
cuenta con este sistema), son otras más las novedades de la sala de
estudio de esta facultad. En palabras de su director, Joaquín
Aurrecoechea, la intención no era otra que tener una «biblioteca
nórdica» con todos los elementos que se encuentran en el norte de
Europa.
Fuente: www.diariosur.es
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