miércoles, 19 de junio de 2013

La Biblioteca Nacional, el salto de la memoria al futuro

 Lo que atesora es incalculable, pero tal vez habría que dejar de preguntarse por el valor económico de la cultura. ¿Cuánto valen los Códices de Leonardo da Vinci? ¿El archivo fotográfico de Gyenes? ¿El Cantar de Mio Cid o una primera edición del Quijote? Se puede medir lo que hay: 30 millones de documentos de todo tipo (libros, periódicos, partituras, fotografías, carteles, revistas, folletos...), depositados en ella por imperativo legal (el precedente del actual depósito legal se estableció en 1716 y obligaba a entregar un ejemplar impreso a la Biblioteca Real). Un sedimento de tres siglos. 

Hasta aquí ha sido la historia de la Biblioteca que debía albergar todo el conocimiento del mundo, cuando el conocimiento se transmitía sobre soportes físicos. Ahora que todo vive en la nube, también parte de los tesoros de la BNE tienen su equivalencia virtual: se han digitalizado unas 110.000 obras, que se pueden consultar en el portal de la Biblioteca Digital Hispánica.

 

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