“Querido padre, yo quiero que venga pronto, vivo en la URSS y quiero
mucho a España”, escribía Sergio Vargas, un niño de tan solo ocho años
que con sus lápices de colores recordaba a su familia en Madrid. Al
igual que Sergio, cuando comenzó la Guerra Civil cientos de niños se
convirtieron en víctimas y espectadores del conflicto.
Desde el otoño de 1936 al final de Guerra, el gobierno republicano
creó varias colonias escolares en la retaguardia, en especialmente en la
Comunidad Valenciana, Cataluña y Murcia y organizó un plan de
evacuación de los más pequeños procedentes de las zonas más amenazadas,
como Madrid o Teruel.
En estas colonias los niños y niñas plasmaron en imágenes lo que
sentían. La Sala Aifos, en la facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad de Alicante, acaba de inaugurar la exposición inédita Llapis, paper i bombes. 1936-1939 (Lápiz, papel y bombas 1936-1919).
Una muestra integrada por un centenar de dibujos que realizaron esos
niños y niñas que fueron evacuados a diversos lugares de Europa durante
la Guerra Civil, donde recibieron cuidados y formación en colonias
seguras.
Fuente: elpais.com
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